Nos esperaban

La otra tarde nos esperaban linda.

Tú llegaste apresurada, con la carita radiante y oliendo a felicidad. Me besaste en la boca (sintagmatología de lo común viva!) y sonreiste con todo tu cuerpo. Entramos a la sala descalzos y empezamos a olernos un poco. Yo intentaba olerte y tú te retirabas, tú me olías y te reías como loquita. Luego cerramos los ojos y te tome la cara, empecé a recorrer tu boca-signo, y tu cuello. Poco a poco empezamos a besarnos.

La otra noche, mientras leía algo que no termina todo el renglón del libro, tú sentada enfrente de mí, con la cara pálida y una sonrisa inequívoca con la mirada perdida y a veces asombrada, reías como si todo fuese sólo eso: sonreír. Terminó la sesión de lectour, llegué hasta tu silla: te enfadaste mi amor? y sólo reías.

Fuimos a dejar algunas cosas a casa de Marts, en el camino platicábamos como dos adolescentes rabiosamente enamorados. Así, así de fácil. Como si nada importara. Así, así de sencillo. Sólo caminando sin que nada nos importara. Adiós la tristeza, la estúpida nostalgia, los vericuetos de la mente, la ensoñación de la eterna discusión entre quién es más poeta: uno triste o uno feliz. Sólo caminábamos con cara de deseo.

De regreso, encontramos a los amigos ebrios hasta la madre. Nos fuimos a otro lugar, donde algún grupo Pimpinela punk nos moviera, dos o tres cerveza solamente, vamos a tu casa, adiós.

Hoy por la tarde, regresaste con tu toda sonrisa y todos tus labios. Algo de nieve para disuadirnos de que la vida puede ser dulce. Imagina cuando cada noche sea un helado sobre tu piel, cuando cada noche sea coronada con un beso en tus piernas con una mano tomándonos del sexo y las caras complacidas y mórbidas. Así de sencillo. Cuando nuestra preocupación sea pagar el gas o mantener bien comido a Nosfe (nuestro perro), cerrar la puerta con llave o imaginar que sabemos bailar tango entre las sábanas.

Y que tu sonrisa sean gotas de ojos en nuestro cuarto. Rabiosamente enamorados, cosa sencilla.

Confesión irremediable

Ya lo sé, lo sé linda.

No puedo mirar a una mujer ardiente y colérica destrozar un ramo de rosas azules, gritando todo el odio del que se es capaz, y echarme a reir. Sonreir cuando ella me mire a los ojos, pidiendo un poco de comprensión, reflejarme en ella, tener miedo, buscar la Justicia, y no tener la sonrisa indigna.

A veces soy un ave enhiesta, con el pico levantado, con la sonrisa a flor de piel, con un miedo que retumba en todos los ecos de las cosas, con los puños apretados y un olor a alcohol en las visceras. Claro, es otro tipo de miedo, uno que me emociona y me levanta, me llama a hacer y creer en cosas perdidas. En llamarle a la roca grieta, a la rosa vagina.

No lo sé amor, es una actitud estúpida, y lo sé. Me brillan los ojos cuando hago algo que no está bien, como si fuese un escuincle desgañitado y con cara de pingo. Como si cuando alguien me pide perdón, y yo contesto: no te preocupes, no me auerdo de ti, pero ya que estás incado... haz como que bostezas. En lugar de decir, está bien, todo está bien, todos nos equivocamos.

Tan Vil
Llano

grapas!

Entre grapas andas
y te diré quién eres...

El señor de las grapas no trajo el pedido completo
creo que lo detuvieron en la aduana
y le preguntaron que para qué las quería
al contestar
"Para destruir el mundo"
ni siquiera lo dejaron terminar de decir
"con las autoediciones"
cuando ya lo tenían bocaabajo.

Grapaaaas!

1,2,3

-Probando, probando...

ZZZ
----ZZZ
zzzZzzz
-------ZZZZZZZZZZ

Sobre la arena herida (lenguaje cifrado...)

Llevo años extrañándote.
Como la primer vez que te vi con tu nuevo vato, bastante contentos. El imbécil llegó en moto, con un ramo de rosas rojas y con cara de "soy el pendejo que más te quiere". Por supuesto, yo estaba bien paskecho, y al verlo abrazarte y que tú recibieras las flores (tú sabes que me caga esas mamadas) sólo pude reirme y decir con mi ponderosa mente: Yo hubiera traído fresas.

Y sobre la arena
un círculo
y una ola que se lo traga

Ahora compañero
eres tú el del círculo

Fácil decir que hay más sirenas u olas en el mar, y que todo termina por la gran venganza que predicaba Borges (el olvido). Sin embargo, cuánto tiempo puedes terminar huyendo, cuánto tiempo puedes refugiarte en la taberna con un libro y nada de luz en tus ojos, y cuántas mujeres deberás sacrificar al dios eros antes de volverte mar.

Ahora, no tengo arena, sin embargo una mujer se levanta de entre la tierra y me dice que estas metaforitas no son nada, y que es más fácil cambiar el mundo de lo que se cree.

Como en la película donde se habla de otra película donde se habla sobre un cuento que no dice nada, pero que es largo y tiene un final, me encuentro tirado sobre ella, la gran amorosa y malvada.

Los endemoniados

Óscar de Pablo, en Los endemoniados, libro editado por CONACULTA en su Fondo Editorial Tierra Adentro y por el cual recibió el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino en el año 2004, en la primera parte que da nombre al libro, nos muestra mediante el endecasílabo algo que siempre hemos presentido: Los endemoniados somos la clase obrera.

¿Quiénes si no los seres del estrato más bajo, según la filosofía consumista dominante, estarían emparentados con el símbolo negativo por antonomasía? Y no sólo la clase obrera, sino aquellos que han elegido la lucha de clases, los libres electores del infierno.

Ardua tarea la de traer al endecasílabo a nuestros días, de una manera dialógica, conversacional, uniendo a la poesía social, la vida íntima (con sus dudas y sus certezas de ocho horas y trece minutos) y la mirada del otro, en donde nos vemos reflejados: en un trabajador que se ha partido el alma y la vida en una fábrica (Lucas) y no vas a jubilarte sin contrato, en un estudiante (Marcos) donde Tu sustento fue siempre el idealismo, en un extranjero o fuereño (Mateo) que apenas conoces a esta gente/ y hoy te juegas la vida con ellos, en un obrero (Juan) que hace cantar al metal herido por la broca, que tiene sus dudas acerca de la lucha, pero es que Luchamos porque el hambre y porque el tedio/ porque la dignidad y nuestros hijos.

En Los endemoniados, poema de largo aliento, encontramos a Mateo, a Marcos, a Lucas y a Juan, nombres, también emparentados con los evangelistas, y que sin embargo son el nombre de cualquiera. De cualquiera no en su connotación peyorativa, cualquiera de nosotros que ha visto alguna injusticia y ha levantado la mano, o no la ha levantado y ha quedado pensativo eres tú y los demás y somos todos los que padecemos o podemos padecer el mundo, los de las manos sucias y la mirada triste.

Los que podemos parar el mundo, el movimiento y la ausencia de movimiento, los engranes de la vida, los objetos. La clase obrera.
Un tema francamente difícil, después de tanta tinta que se ha unido a este canto. Recordamos a Ernesto Cardenal y su guerra contra las companys estadounidenses, a Neruda y su retirada “ante la Ley Maldita”, tal vez a la frase surrealista bretoniana “la poesía al servicio de la revolución” y a tantos otros que parecieran ser un termómetro de la sociedad.

La segunda parte de Los endemoniados se divide en tres: “Con tus nombres en las manos”, “Dos acompañamientos verbales para piezas de pianos” y “Tres sonetos y ningún ángel” de un tono, tal vez, un tanto más intimista, se pasea por la música de Robert Schumman y en las reacciones corporales que deja escuchar a Frédéric Chopin. Un Soneto a la ausencia de la mujer amada, y nuevamente el tema social, una guerra civil contra la guerra.

Sin más, grato público, los invito a leer Los endemoniados, de Óscar de Pablo Hammeken teniendo en mente, que la lucha de clases es un tema que nos atañe a todos, más aún, en este México gobernado por un empresario dirigido por empresarios y en donde el componente humano, parece ser el único valor del cual se puede prescindir o dilapidar.

Aleluya!
Marco Antonio Gabriel

Tengo problemas de rockandroll

Hasta a misa jui... y esas dos morras que están a un lado son mis santas hermanas, que les encataría verme muerto. Pero, pos en la Casa de Diox, véanos bien religiosos, casi ni se nos ven los audifonos... pero, ah, cómo chingaba la gente, conque apagara mi celular. No tienen consideración de un vixioso de la tecnology. Dios dijo, dejad que se acerquen a mí. No dijo, pero que apaguen su celular edá? Demonios!

La graduación de mi hermana Lourdes

Ay sí, ay sí.. el Vil capote bien emcorbatado y con cara de "shaluut, shaluut, los quiero un chingo" Atrás, aunque parezca el infierno es una hacienda, y nos disponemos a cenar. Yo aunque tenga cara de borracho, sólo estaba cansado después de bailar bastante, y que la camioneta no arrancara no dice que no sirva, sino que nos estaba dando el fresco.

bajar pos los chescos

Los compradores estaban viendo que en otros stands regalaban pepsis, e iban por sus chescos. Yo por mi parte pregunté: "quién quería bajarse por los chescos" y todos corrieron... creo que no me entendieron.

Uy, las fotos.

Mujé misteriosa que no quiere que la atrapen los paparazis, o que le da pena salir en las fotos porque le roban el alma.

Gente bonita

Más gente bonita por esto lares.

Letra endiablada

Letrita y el Diablo. No les digo quién es quién.

Tepadoras mortales

Trepadoras mortales por aquí.. y otros libros menos mortales.

Una amiga que no resistió ver los flashes y se metió a la foto. 

Jeff atascándose de chela 

Las trepadora y demás libros. También varia foto pa`usté conocedó. Por ejemplo la ñiña Letrita con su amigo el Diablo, El Jeff atascándose de chela, nuestro vendedor estrella y su seño esposa, y de colado el Jeffrey, y más de la bonita gente que se encuentra cada sábado en Paseo Chapultepec en el stand de Editorial Paraíso Perdido y Ediciones el viaje. 

Pues por aquí una foto en Paseo Chapultepec. Esta madre del Hello, no sé usarla, pero espero y salga bien. 

Ultra

Desde hace varias semanas hemos ido a tirar un rol con el Marts después de pasar unas horas en el Paseo Chapultepec vendiendo algunos libritos, pues este sábado no fue la excepción.

Nos quedamos un rato sentados esperando a los posibles lectores y compradores, hasta que el Martinis se fue por Jules y me dejó allí solo como dos horas. Luego me llama y dice que viene en camino con un B:oots y un Vodka sky.

Más tarde llega con la receta. Alicia me manda un mensaje voy por ella. Y nos vamos a ver a los Pocilga beat, celebrar su 2do. aniversario.

Entra tanta cosa, pusieron esa música llamada RAP, que tanto detestamos. Creo que hasta Vanilla Ice salió, y algunos chavales se pusieron a rapear y bailar como operados del culo. Muy divertido y harto nostálgico.

Más azules en la sangre con vodka y tambien unas chelas porque nuestra bebida energética se nos había terminado. Ahora sé por qué el Cool Desechable le encantan tanto los Red bulls. Esta bebida B:oots es parecida, pero me gusta más. Además es de color azul. Y el Azul es la onda en la sangre. NO sangre azul, sino el simple y llano color azul que trasmite frío en la sangre. Bien bonitoooo, jajajejekaka.

Total, se fue el tiempo y también nosotros. Ahora paso a un cuento:

Y cuando despertó el disparo todavía estaba allí.

1, 2, 3 aguamala

Extraño.

Llego a la facultad y veo a Berny, la sludo, con ella está Miriam, la saludo. Creo que cada vez le caigo más mal a Miriam, cosa que no me importa mucho, sin embargo, que Berny me abra como que sí me da wite.

Veo a Chiquitín y a Osbaldo y también me abren, creo que hace tiemp que no estoy con ellos, pero no es para que me abran.

Jejejejejeje

a lo mejor ando muy sentidón, porque tengo un putero de cosas que hacer.

• dar clases
• Ir a radio
• Sacar las notas de radio
• Ir a la facultad
• Una que otra cosa de la editorial
• Una que otra cosa de la revista

Total, parece que es terreno propicio para que me pasen cosas extrañas.

Total. Ahora este blog sí parece un diario.

No siempre puedo ser gracioso, agudo y conflictivo.

cada cierto tiempo

El mundo se cae cada cierto tiempo

ya lo sé,

lo he repetido cientos de veces,
y sin embargo sigue en su caída.

Cada cierto tiempo
un incendio