Image Hosted by ImageShack.us Bodrio Angelical: julio 2004

martes, julio 27, 2004

Una perra!

Tengo a una perra encadenada a mi puerta
su olor no me deja domir
sus quejidos son los mismos desde antes de conocerla.

Tengo una perra
no ladra
sólo llora.

Quién la quiere?

 

domingo, julio 25, 2004

Perderse en Acapulko.

Las bebidas de diario (chelas, antes de entrar al bar) el boleto ganado en Radio Universidad (Corcobado y ahora Lost Acapulco) películas del "Santo contra los marcianos" y como caída de un paraíso surrealista, una enorme mariposa negra revoloteando en la pantalla; para que la imagen fuera fiel, esa mariposa debió haber sido de plástico y movida por un hilo trasparente, pero es de verdad, eso aumenta las posibilidades, pero no la estética. Un grupo de música como new wave con punk, o quién sabe que denominación sea esa que te hace brincar y poner madrazos. La misma donde una chavita desgañita su garganta y unos tipos revientan cuerdas como si fueran bikinis.

        Llegan Lost Acapulco... rolen, dos chelas, brinca, el santo (kiko, un amigo) más flaco y alto, dando de madrazos a los otros Santos, los otros eran los marcianos; yo ni siquiera pude ser el ayudante, ni siquiera el aluche del Tinieblas, sólo al que matan al principio de la película. Igual puse unos cuantos putazos, y me resetaron más.

           La música o lo que sea.
           Como sorberte el cerebro más adentro.
           Como ser un superhéroe pero sin salvar vidas.
           Sabemos cuál es la ambrosía, pero no cuál es la heroína...
           La misma mamada de diario... y ya nos estamos haciendo viejos.

          Miramos a las teenagers, como si apenas abriéramoslos ojos a la pubertad, luego reímos como si fuéramos vírgenes en el castillo de la estupidez, decimos: sí, pero quiere decir: yo me acuerdo. Igual, mujeres normales a veces nos esperan y a veces nos odian "algunamás, me roompió, eel corazón" (Calamaro Ditxi), Mute, y Chiquitincuaro de las vermudas hacen lo suyo, defienden su ritmo como si fueran luchadores del petrimetre.

          salimos, y no hay mejor adjetivo en toda la lengua española que: Que chingón! La respuesta es igual de maravillosa: A wevo!


martes, julio 20, 2004

Albita martínez

En las mañanas.
 
En las mañanas despierto hacia atrás. No sé cómo explicarlo, pero despierto hacia atrás. Despierto molido de alcohol, con el tipo de cruda que te mantiene con los ojos amarillos varias horas. Una punzada cuadrada (si eso fuese posible) retumba mi cráneo. Lo más interesante es que esa punzada es de adelante hacia atrás. Siento que me jala, y por más que deseo seguir durmiendo no puedo. Siento que me jala y me quiere perder, me da un miedo terrible de los 7 años, y me muevo, revuelto en mi cama, y saco gemiditos de esos extraños. Hasta me da un poco de pena emitirlos, pero quiero seguir dormido, y no puedo. Estoy así unos 20 minutos, y no puedo controlar esas punzadas. Poco a poco van desapareciendo.
 
Camino hacia atrás
de frente
nada hay de inverosímil en eso
hay lagos en mis venas
más ligeros que mi sangre
y no hay nada extraordinario en ello.
Despierto y camino hacia atrás de frente.
Soportado de un árbol inmenso
verde inmenso
estático camino
nada se maraville
mis ojos ya lo hacen
y sus malaguas se comprimen.
Nada hay de extraordinario
extraño
afiebrado
en ello,
sólo el miedo de volver
a donde todo se debe unir
y todo se debe volver a crear
 
 
 
 
helo aquí

lunes, julio 19, 2004

Viejas Viciosas

 
Viejas viciosas
 
Si gritais   "¡no al marxismo!", viejas hueras
listo está mi pie
                patagón cubierto con la piel
                del Oso Supremo
que de espaldas  -amarillo en la frente-
es más profundo y amenazante que el oceáno.
 
     Y como el tenso mar, hirviendo
así mi pie escuchará las órdenes del cacique
             de la lluvias
             Cheuquegüeno,
y convertido en ira
os arrastrará hacia el Abismo
viejas viciosas
                            herejes
                                        ateas.
 
Tomado de: Muchachos desnudos bajo el arcoiris de fuego, compilador Roberto Bolaño, Edit. Extemporáneos, México 1979, p. 51
 
 

Nada. No pasa nada.
 
Sólo un poema de Francisco Hernández.
 
MARIPOSA tu  sexo,

una mariposa negra.
Y no hay metáfora:
entró por la ventana
y fue a posarseentre tus piernas.

 
 
 
 
 
 
helo aquí

viernes, julio 16, 2004

Como decirlo de otra manera...

Cómo decirlo de otra manera... como si fuera cierto.
 
        Otra de esas noches de alcohol, cuando me encuentro solo y en un bar que no conozco. Algo pasa; o me puedo quedar en una esquinita escuchando la música y poniendo cara de "qué divertido y misterioso soy" o derrepente como que la demás banda me saluda. Así, como si me conocieran de toda la vida.  Yo igual, saludo a quien me saluda, total quien soy yo para negar un saludo a los demás.
 
       A veces pasa, que la banda que me saluda es la banda "poidra" como decíamos en la prepa. Yo igual, me vale, pero a veces me saluda una que otra mujer, y me pregunta que qué hago, que si vengo seguido,  que me veo muy niño, que le gusta mi cabello, y además que está dolida. Pues su ex-esposo no le quiere dar el divorcio, además con dos hijos que mantener y él no le da nada de dinero, si cuando menos conociera a alguien, que la hiciera pasar un buen rato. Claro, nada serio, sólo pasar esa interferencia de conocerse, entablar amistad, y acostarse. Sólo nos quedamos con el acostarnos. Y yo presto y preciso.
 
       Claro, a veces debe de pasar así, no es que no sea algo interesanttt o trascendenttt, sino que... ya no somos unos mozalbetes que esperan ver a la princesa rosita, o ellas al príncipe azul. Entonces ella llora, me dice que siempre creyó que su vida sería diferente, que cuando hiciera el amor saldrían chispas y el universo... esas estupideces conque se envenena el cerebro de las quinceañeras.  Ahora me encuentro en un verdadero dilema. Aquella mujer cuarentañera, de buen ver, que parece que va a todo por nada, ya no es una desconocida piel, ahora me intenta chantajear... aunque no logro saber el por qué. Igual, todo el barecín nos mira. No sé si piensen que estoy haciendo llorar a mi tía, o que me estoy pasando de gandalla con la borrachita más buena del lugar.
 
        Igual, cuando ella me besa, un beso frío, sin saliba moviendo unos labios un tanto grisises, pero con una respiración entrecortada, parece que sí me estoy pareciendo al gandalla del lugar.  Y luego, para no dejar de hablar, le digo mi típico choro de que "el amor no existe" que no es tan complicado como parece, que igual, podemos estar juntos sin ofendernos, y podemos estar mejor que cuando se siente intoxicada de dulce por el amouurr. A ella ya le da igual, me dice vámonos. Y vámonos. No sé qué pasa, pero rumbo a la puerta, cuando ella va hasta la madre; no buscó la mejor opción, ni siquiera el más simpático... como que se empieza a enfriar la situación, uno o dos la aboradan, y a codazos logramos salir de allí, alguien me grito cuñado (qué no era mi tía?).  Ya afuera, se recarga en la pared, yo pido un taxi, ella mira al suelo, me dice ven, y voy, me dice dice sácatela y le digo, no me da frío, me dice eres un imbécil, y le digo claro qué esperabas encontrar, me dice: dime que me amas.
 
         Algo pasa, no lo sé, pero termino regresando solo a mi casa diciéndo, fue mejor no haberme quedado con ella (como si fuera cierto), pasa la tira "revisión de rutina" scan mis condones y me dicen: uy, preparado para todo el señor. Yo pongo cara de: ey, cómo la vez chaval. Y estoy aquí, ni siquiera me di cuenta si ella regresó al bar, o alguien la abordó. Entonces (cursicamente) pienso en Karina, y en que a ella le diría cualquier pendejada que me pidiese.
 
Y
 
 
 
helo aquí
 
 

miércoles, julio 14, 2004

las otras geografías.

Cuando yo nací... nacieron todas las flores, jejejejeje.

Bueno, yo creo que cuando nací, ya había un desmadre. Claro que he nacido varias veces para mi propia consideración y sustento.
Una vez que nací, ya había mapas sobre las tierras. Yo no sabía nada de nada, me imaginaba cosas, pero era poca la consideración que les tenía. Alguna vez me fui para el sur, y me dijeron Sureño, en el este me dijeron Moscardón, en el oeste Ramplón, en el suroeste Canalla, así Canalla. Yo dije: aasí putos!

Luego llegué cerca de un río vil y amantísimo, me senté un rato, y olas de aguardiente me llamaron. Viejo camino. No supe qué dirección era, y no fue importante ubicarme. Total que allí me quedé. Estacioné mis naves, y dejé que ese clamor de agua de vida me sustentara. No fue difícil saberme en casa, pues todo apuntaba a que ese lugar era mi casa. Como lo dije antes, no quería saber qué cartografía marcaba ese lugar en el prestadomundo que vivo. Me valía madre las fronteras, total.

El río no era nuevo, como muchos otros (me imagino) da al mar, serpentea unas cuantas veces, otras es un hilo frugal, y otras es un silencio como la ira de dios. Ya sé, decir que es un río es un lugar común, y qué dijera de mí la cartografía, y sus habitantillos de segunda, pero ese río va a lugares, que pocos conocen. Aprendimos bastante en su laguna negra, pero cuando era un río que abrevaba en diferentes cantinas, cuando el clamor de la voz era ahogado por las barricas de alcohol, y las acciones eran las palabras tan dichas y no respetadas por otros charquillos, era la segunda laguna. Era el momento de aprender a vivir ríamente, de llegar a ser un río, con diferente clamor, pero río.

Poco a poco, mediante los viajes a las profundidades y a las cimas me di cuenta donde estaba, el choque con otros ríos se desataba, y el silencio era la muerte. Digo que era la muerte, porque a veces nos tocó callar, y en contra de lo que creía se debía hacer, nuestro río callaba. Entonces era la muerte, no para nosotros, para los otros ríos. La venganza, el olvido, el silencio, mientras estériles cejijuntas se encabritaban, y nuestra estancia era molesta, nuestras ropas olían a viaje; había chopos, que se elevaban 1.75 centímetros a nivel del piso, Nuestro curso era una ola que se mantenía reptilia, que viajaba, que buscaba, que encontraba, que era un viaje hacia ningún lugar, y ningún lugar nos esperaba con los brazos abiertos, pero encuanto llegábamos sabíamos que era el lugar idóneo. Y todo pudo haber transcurrido así, quizá por tiempo indefinido. Pero todo muere, o debe morir.

Fue entonces que decidimos ser ríos; no fue una aventura del adolescer, no fue una curvatura mal tomada, tampoco fue una desbandada, sólo fue la búsqueda a la cual nos había acostumbrado nuestro Maestro. Sabiendo de esto, simplemente dijo: vayan. Y fuimos. Tenemos en las manos líneas de las piedras que hemos recorrido, nuestros pies huelen a distancia, nuestras espaldas doradas por la pleamar saben a noche, nuestros puños saben a... no lo sé, nunca los he probado, pero hay gente que sí sabe de ello. Fue entoces que al hacer un movimiento, nos creyeron nueva senda, nueva covacha, cartografía inútil, muerte anunciada, risa estéril, bueyes intransigentes, copia al carbón, rima fácil, y ave sin viento; todos eso adjetivos de los que ellos fueron presa alguna vez, y lo peor, que siguen pegados a su mismo rito de ser chopo sin nacimiento y estáticos.

ahora que somos serpientes de cuerpo de agua, de cristal algunos, de muerte otros, nos quieren delimitar el terreno, quieren que seamos los mismo de la misma viga, la misma imagen que ellos quieren tener de nosotros, no podemos ser otra cosa, debemo seguir lo que la cartografía ha insistido que seamos, qué lástima!
Pues la tierra no es así. Tampoco lo es el viaje, no hay tierras que no visitaremos, no habrá brigadas que paren nuestra búsqueda, y por lo tanto, resumiendo cuentas: Aquí se chingan, aquí se sientan, arreflexionen putos! podemos perder o ganar en los páramos blancos y llenándose de perras negras, pero lo que es esta tierra... ¡Chingan a su madre!

lunes, julio 12, 2004

El Lamento del Sargento de Aguas Verdes / Jorge Pimentel

Me he encontrado con un poema sumamente humano. Yo sé, que decir eso es no decir nada. Pero de igual manera lo digo. Es un poema en extremo narrativo, sus cortes de versos son bastantes desiguales, y juega con esos cortes, dejando al lector jugar con los significados; además llega en un momento a ser bastante patético (en el buen sentido de la palabra) y parece que si fuese novela, sería un tipo de antihéroe o novela picarezca. No lo sé, por eso digo, que es sumamente humano. Su autor es Jorge Pimentel, creador junto con Juan Ramírez Ruiz de Hora Zero en el Perú, nació en 1944.
Tarde algo en pasarlo, ya que su extención es considerable.




El lamento del sargento de Aguas Verdes

Nací para el lado que da a la calle Plateros
entre la niebla diluyéndose en gritos y el meridiano
de la noches blancas donde mi único sueño era
llegar tan lejos hasta convertirme en el rey de estas calles.

Lo único que me mostró mi tiempo fue un color indefinido
de bardos o cantantes criollos cubriendo la ciudad
con sus voces sonoras narrándonos historias
envueltas en un follaje malogrado y perjudicial.

Ya cansado de una vida sin posibilidades
a los 18 años parecía un hombre ya acabado
y la prueba de ellos es que vagamente recuerdo
los rorstros de mis seres queridos mis compañeros
de infancia los lugares recónditos donde mi alma
vagaba solitaria y tantas y tantas cosas sabe usted.

No pararía de contarle mi amigo sobre mi vida.
Es cierto que esta cerveza babeada ha servido
para barajar para borrar la parte oculta
de una vida de 64 años.

Y

que cosas fue las que no hice amigazo
cuando cumplí los quince años, muchachito
pipiolo sabe usted, mis familiares me condenaron
a vivir por mi propia cuenta y riesgo.
Fui mozo de restaurante en La Victoria
cargador de bultos en La Parada
rencauchador de llantas en un grifo perdido
por veinte soles me dejaban agarrar la pinga
comí arroz con huevo sobre un periódico
que luego utilizaba para limpiarme el culo
para qué más puede servir un periódico hoy en día.

Y

Me vi envuelto en el torbellino de horrorosas tentaciones
francamente no sé cómo todavía estoy aquí conversando con usted.
Los largos años son los que me han salteado pero a la memoria
me viene una mujer con la que conviví durante años
y que ya no he vuelto a ver.
Ella era una esbelta y morena de abajo el puente
su padre tenía una enconmendaduría en la calle Plateros.
Tenía la cara triste y el culo alegre como el cabello
que le llegaba hasta los hombros.

La amé como un condenado a la zamba
y luego la tuve que abandonar.
Es la ley de la vida, hombre,
le hice un hijo que no conozco y huí.

En el 41 hubo eso del conflicto con Ecuador
Tumbés Jaén y Mainas sabe usted.
Yo estuve allí en las tropas del Mariscal Eloy Ureta
y me arrojé en paracaídas
en Aguas Verdes agarré un fusil por primera vez
pero más que matar cantábamos y escribíamos cartas
y componíamos valses dentro de una trinchera
que nos salvaguardaba de una bala perdida
de una granada de la metralla que retumbaba
a diestra y siniestra. allí hasta el más valiente se despintaba.
Una vez terminado el conflicto me licenciaron con el grado
de sargento.

Allí mismito empezó mi calvario mi verdadera vía crucis.
Al regresar un día a casa donde mi Amanda
nadie contestó a mis llamadas, toqué y toqué
la puerta del callejón hasta que salió el padre de ella
diciéndome pestes de su hija, que lo había abandonado
que era una canalla sin consideración para con su pobre viejo
que era una desalmada. Punto.

Todo era ya inútil
todo era ya demasiado tarde
cuando decidí encontrar a mi Amanda.
La busqué indagando por un ser querido
en hospitales de caridad
en prostíbulos de Lima y provincias
en asilos para locos
en conventos
ciudad tras ciudad del interior
viviendo con rufianes de la peor calaña
indagando por ella en los lugares más increíbles.
bajo la sombra de un árblo grande grabé a los cuarentiocho años
un corazón con nuestros nombres
cada día que amanecí tirado en una callejuela
de mala muerte, cómo te necesité Amanda.
Amanda, Amanda, regresa ¡es preciso que regreses!
ven, ahora más que nunca te amo.

Parece como si en sueños un día te hubiese conocido
parece como si la tierra te hubiese tragado.
Ni un vestigio tuyo aparece
ni la huella de tu zapato
ni el leve rumor sobre tu paradero.
Es la ley de la vida, hombre, me repito
y en la noche bajo la luna, Amanda nunca vendrá.

Y así muchos fueron los motivos de mi perdición
el alcohol bajo cuya sombra gris viví
no permitiéndome ver jamás laluz que se me ofrecía
gratuitamente, bastaba tan sólo con levantar la cabeza
mas nunca lo hice, temí a esa luz clara fresca diáfana
que se ofrecía a todos, temí enfrentarme a esa luz con su sol
radiante y su verde gramilla me asustaba, porque no sé quién
me dijo que la luz desnudaba y cada vez sentía que me jalaban
hacia cuevas sin luz y sin amor y por ende a la soledad
a la destrucción.

Como le digo muchos fueron los motivos de mi perdición
y aunque no culpo ni señalo con el dedo
¡Que levante la mano quien no sumó su grano de arena a mi ruina!
(Todos me han cagado, carajo, perdón)
Le gente me fue olvidando
los amigos si te ven no te conocen
y sin mujer
y sin hijos
y sin chamba
mi vida es el triste y célebre triángulo
cuando la vida de otros es redonda
con una obertura y muchas perspectivas.
Vivo con dos hermanas del segundo matrimonio de mi padre.
Ellas a duras penas me dan una pensión y me alimentan.

Veintiocho años he buscado trabajo, jefe
sabe, intenté el de los licenciados del ejército
para trabajar en los bazares que ellos tienen
y me ofrecí de empleado, en realidad me vengo
ofreciendo desde hace mucho tiempo, pero visto
mi historial, afuera de nuevo, sobre la vía al trago
a recitar poemitas de enamorado colegial a ser
el payaso de las mesas a hacer reír a los parroquianos
con mis poemitas de colegial enamorado, con mis historias
del conflicto con Ecuador, con Aguas Verdes y mohosas
para llorar por mi pasaje en ómnibus a las 3 de la mañana
para reír porque alguién se compadeció de mí y me ofreció
un cigarrillo
para ponerme serio mientras sorbo mi trago mojándome los bigotes.
Y yo ya no quiero
y yo ya no quiero
pasarme toda la vida entre las cenizas
arrodillado por lo que me pasa
con mi terno lustroso, mi camisa asquerosa
toda mi vida ansiando un trabajo digno
toda mi vida no va a ser un eterno lamento
y ya no quiero seguir envenenándoles.
Mi lamento embelesa sólo al ruin y al bobo.

Soy un sinvergüenza
soy el mal ejemplo
que los niños deben ver para apedrearme y escupirme
yo sólo soy un lamento de colillas de cigarros
para que usted vea mire cómo se me salen las lágrimas
mire usted cómo me han dejado, hecho mierda.
¡Qué he heho de mi vida, por Dios!
Me llamo Pedro Sifuentes Calderón, 64 años
(Al) sargento de Aguas Verdes, para servirlo.




Tomado de la antología: Muchachos denudos bajo el arcoiris de fuego. Antologador.
Roberto Bolaños. Editorial Extemporáneos. México, D. F. 1979. pp. 70-76
La página 2 tiene una dedicatoria:
"A las muchachas desnudas bajo el arcoiris de fuego"
Y una Advertencia:
"Este libro deb leerse
de frente y de perfil
que los lectores parezcan
platillos voladores."
El Lamento del Sargento de Aguas Verdes / Jorge Pimentel

sábado, julio 10, 2004

Músique

Música que he escuchado en estos últimos 3 días. me la recomendó Juan Pablo. Además que algo de allí entraría en el programa radiofónico Vendaval sin Rumbo. Aquí extraigo la lista de recomendaciones. Es un poco larga, pero en fin. Además que me gustó "Erotic dinner" pero dura 8 minutos con 42 segundos, lo cuál es demasiado. En fin trascribo la lista:

Música con el tema EL EROTISMO, según J. P.

o Marc Ribot y los cubanos postizos; (2) Las lomas de New Jersey, (3) el gaucho rojo, (4) Obsesión.
o Marc Ribot y los cubanos postizos; (2) Aquí como allá, (4) Postizo, (5) No me llores.
o James Brown, 20 all-time greatest hits!; (9 sax) It’s a man’s man’s man’s world, (14 intro) Papa don’t take no mess, PT. 1
o Kill Bill vol. 2; (2) Goonight moon de Shivaree, (4) Can’t hardly stand it de Charlie Feathers (7) The chase de Alan Reeves, Phil Steele y Philip Brighatm (14) Malagueña salerosa de Chingon.
o Kill Bill vol. 1; (1) Bang bang (My baby shot me down) de Nancy Sinatra, (4) Twisted never de Bernard Herrmann, (7) Run fay run de Isaac Hayes.
o Lounge-a-palooza; (4) A rose is a rose de Poe, (7) zaz turner blue de Polly Jean Harvey & Eric Drew Feldman, (11) Love will keeps us together de Jimmy Scott & Flea, (13) The good life de Cassandra Wilson.
o Magic Moments Los más grandes éxitos de los 50 & 60; (3) Blue velvet de Bobby Vinton.
o Boggie Nights music from the original motion picture; Jungle fever de Chakachas.
o Stan getz, Getz plays Jobim: The girl from Ipanema; (1) Corcovado (Quiet Nights of Quiet Stars), (4) The girl from Ipanema.
o Ernest Ranglin, Below The Bassline; (2) Surfin, (7) Black Disciples.
o Trisky: A ruff guide; (6) Broken homes, (9) Make me wanna die.
o rachid taha diwân; (1) Ya Rayah, (2) Ida, (4) Bent Sahra.
o Air fench Band, Moo Safari; No hay recomendaciones.
o Ultra-Lounge, Volume fourteen, Bossa novaville; (4) samba de Orfeu de Ray Anthony (18) So nice (Samba de Verao) de Wanda de Sah & Sergio Mendes.
o Verve, Talkin’ verve; Disco 1: (2) Cantaluope Island de Donal Byrd, (9) Nina’s dance de Tony Scott. Disco 2: (11) Yo Yo Yo de Slim Gaillard, (12) Samba triste de Jackie and Roy.
o Cóctel 2002, Rockdelux presenta música para un guateque sideral; (5) Erotic dinner, Extraído del CD “Exoteric tender flesh” (99)