Como decirlo de otra manera...
Cómo decirlo de otra manera... como si fuera cierto.
Otra de esas noches de alcohol, cuando me encuentro solo y en un bar que no conozco. Algo pasa; o me puedo quedar en una esquinita escuchando la música y poniendo cara de "qué divertido y misterioso soy" o derrepente como que la demás banda me saluda. Así, como si me conocieran de toda la vida. Yo igual, saludo a quien me saluda, total quien soy yo para negar un saludo a los demás.
A veces pasa, que la banda que me saluda es la banda "poidra" como decíamos en la prepa. Yo igual, me vale, pero a veces me saluda una que otra mujer, y me pregunta que qué hago, que si vengo seguido, que me veo muy niño, que le gusta mi cabello, y además que está dolida. Pues su ex-esposo no le quiere dar el divorcio, además con dos hijos que mantener y él no le da nada de dinero, si cuando menos conociera a alguien, que la hiciera pasar un buen rato. Claro, nada serio, sólo pasar esa interferencia de conocerse, entablar amistad, y acostarse. Sólo nos quedamos con el acostarnos. Y yo presto y preciso.
Claro, a veces debe de pasar así, no es que no sea algo interesanttt o trascendenttt, sino que... ya no somos unos mozalbetes que esperan ver a la princesa rosita, o ellas al príncipe azul. Entonces ella llora, me dice que siempre creyó que su vida sería diferente, que cuando hiciera el amor saldrían chispas y el universo... esas estupideces conque se envenena el cerebro de las quinceañeras. Ahora me encuentro en un verdadero dilema. Aquella mujer cuarentañera, de buen ver, que parece que va a todo por nada, ya no es una desconocida piel, ahora me intenta chantajear... aunque no logro saber el por qué. Igual, todo el barecín nos mira. No sé si piensen que estoy haciendo llorar a mi tía, o que me estoy pasando de gandalla con la borrachita más buena del lugar.
Igual, cuando ella me besa, un beso frío, sin saliba moviendo unos labios un tanto grisises, pero con una respiración entrecortada, parece que sí me estoy pareciendo al gandalla del lugar. Y luego, para no dejar de hablar, le digo mi típico choro de que "el amor no existe" que no es tan complicado como parece, que igual, podemos estar juntos sin ofendernos, y podemos estar mejor que cuando se siente intoxicada de dulce por el amouurr. A ella ya le da igual, me dice vámonos. Y vámonos. No sé qué pasa, pero rumbo a la puerta, cuando ella va hasta la madre; no buscó la mejor opción, ni siquiera el más simpático... como que se empieza a enfriar la situación, uno o dos la aboradan, y a codazos logramos salir de allí, alguien me grito cuñado (qué no era mi tía?). Ya afuera, se recarga en la pared, yo pido un taxi, ella mira al suelo, me dice ven, y voy, me dice dice sácatela y le digo, no me da frío, me dice eres un imbécil, y le digo claro qué esperabas encontrar, me dice: dime que me amas.
Algo pasa, no lo sé, pero termino regresando solo a mi casa diciéndo, fue mejor no haberme quedado con ella (como si fuera cierto), pasa la tira "revisión de rutina" scan mis condones y me dicen: uy, preparado para todo el señor. Yo pongo cara de: ey, cómo la vez chaval. Y estoy aquí, ni siquiera me di cuenta si ella regresó al bar, o alguien la abordó. Entonces (cursicamente) pienso en Karina, y en que a ella le diría cualquier pendejada que me pidiese.
Y
helo aquí
Otra de esas noches de alcohol, cuando me encuentro solo y en un bar que no conozco. Algo pasa; o me puedo quedar en una esquinita escuchando la música y poniendo cara de "qué divertido y misterioso soy" o derrepente como que la demás banda me saluda. Así, como si me conocieran de toda la vida. Yo igual, saludo a quien me saluda, total quien soy yo para negar un saludo a los demás.
A veces pasa, que la banda que me saluda es la banda "poidra" como decíamos en la prepa. Yo igual, me vale, pero a veces me saluda una que otra mujer, y me pregunta que qué hago, que si vengo seguido, que me veo muy niño, que le gusta mi cabello, y además que está dolida. Pues su ex-esposo no le quiere dar el divorcio, además con dos hijos que mantener y él no le da nada de dinero, si cuando menos conociera a alguien, que la hiciera pasar un buen rato. Claro, nada serio, sólo pasar esa interferencia de conocerse, entablar amistad, y acostarse. Sólo nos quedamos con el acostarnos. Y yo presto y preciso.
Claro, a veces debe de pasar así, no es que no sea algo interesanttt o trascendenttt, sino que... ya no somos unos mozalbetes que esperan ver a la princesa rosita, o ellas al príncipe azul. Entonces ella llora, me dice que siempre creyó que su vida sería diferente, que cuando hiciera el amor saldrían chispas y el universo... esas estupideces conque se envenena el cerebro de las quinceañeras. Ahora me encuentro en un verdadero dilema. Aquella mujer cuarentañera, de buen ver, que parece que va a todo por nada, ya no es una desconocida piel, ahora me intenta chantajear... aunque no logro saber el por qué. Igual, todo el barecín nos mira. No sé si piensen que estoy haciendo llorar a mi tía, o que me estoy pasando de gandalla con la borrachita más buena del lugar.
Igual, cuando ella me besa, un beso frío, sin saliba moviendo unos labios un tanto grisises, pero con una respiración entrecortada, parece que sí me estoy pareciendo al gandalla del lugar. Y luego, para no dejar de hablar, le digo mi típico choro de que "el amor no existe" que no es tan complicado como parece, que igual, podemos estar juntos sin ofendernos, y podemos estar mejor que cuando se siente intoxicada de dulce por el amouurr. A ella ya le da igual, me dice vámonos. Y vámonos. No sé qué pasa, pero rumbo a la puerta, cuando ella va hasta la madre; no buscó la mejor opción, ni siquiera el más simpático... como que se empieza a enfriar la situación, uno o dos la aboradan, y a codazos logramos salir de allí, alguien me grito cuñado (qué no era mi tía?). Ya afuera, se recarga en la pared, yo pido un taxi, ella mira al suelo, me dice ven, y voy, me dice dice sácatela y le digo, no me da frío, me dice eres un imbécil, y le digo claro qué esperabas encontrar, me dice: dime que me amas.
Algo pasa, no lo sé, pero termino regresando solo a mi casa diciéndo, fue mejor no haberme quedado con ella (como si fuera cierto), pasa la tira "revisión de rutina" scan mis condones y me dicen: uy, preparado para todo el señor. Yo pongo cara de: ey, cómo la vez chaval. Y estoy aquí, ni siquiera me di cuenta si ella regresó al bar, o alguien la abordó. Entonces (cursicamente) pienso en Karina, y en que a ella le diría cualquier pendejada que me pidiese.
Y
helo aquí
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