Son las diez de la noche y mañana debo dejar esta casa a las dos de la tarde.
Que buenas fiestitas se hicieron en estos muros, que buenas drogas probamos aquí, y el sol entrando por las ventanas, y mujeres saliendo de algunos recovecos, y fumar esperando el atardecer... mis ventanas.
Siento una tristeza muy parecida a perder a alguien, ni modo que venga a visitarla, si ya no será la misma. Ni modo que le escriba una carta.
Ya todos han partido, como llegue me voy. Es la última noche en la casa Mezquitán y la pasaré solo. La mayoría de mis cosas estarán guardadas en casa de mi madre y me iré una rato con Alex por mientras que me entregan la otra casa... Sólo queda un colchón la pc y la conexión a internet, sin estas cosas del hombre moderno me sentiría muy solo, que nostalgia la de los objetos.
Y viéndolo bien sólo es una casa, en ella dormía, hacía juntas, revistas, fiestas, invitaba a mi mujer... los encuentros y desencuentros y toda la onda... ya, me estoy poniendo muy cursi.
Adiós casita.
