Vamos a toda velocidad
por el carril contrario
como dijo Calamaro del salmón que no ha pronunciado palabra
vamos en rila
cuando llueve y el cemento es espeso
a quién le importan unos cuantos errores
los tenemos controlados
desorientados
amoratados
a quién le importan unos cuantos golpes
los portamos con maestría
como se portan las nubes
en las arterias del corazón
como se portan los vasos vacíos
las caídas profundas
Que nadie llore la lluvia
es estúpido
niño -le digo al niño que fui
no te arrincones solo y triste
nunca lo hiciste
preferiste correr tras un balón
y cuando el tiempo era propicio
reventar un gol inaudito
El niño me contesta:
jamás lo haré
cuidate de no hacerlo por mí
Vamos a toda velocidad
como si la calle fuera interminable
como si un páramo fuese una locura
como si estar tirados
no fuera continuar en el viaje.