Image Hosted by ImageShack.us Bodrio Angelical: abril 2007

jueves, abril 12, 2007

Un pasatiempo

Me dijeron que tuviera un pasatiempo. Sobre todo, porque hace unos días llené una solicitud de empleo que en alguna institución educativa (ignoro el por qué) te hacen llenar después de archivar el curriculum que les llevé. Y hay una sección que detesto, esa que dice: ¿Cuál es su meta en la vida? Pos yo quería ser Batman, pero ya me lo ganaron; y luego dice "¿Cuál es su pasdatiempo favorito?" y todo mundo allí contesta "Leer" pero yo... pos no sé qué poner. Podría poner bajar canciones de internet, o desvelarme todas las noches, no sé. El alcohol.
Y me he dado cuenta que no tengo pasatiempos, y parece que la gente los acostumbra, así que me decidiré por uno. Hacer martinis no es pasatiempo, y pronto haré cerveza casera... pero tampoco quiero que sea un pasatiempo. Yo creo que voy a tener una planta. Algún cactus, o algo así.

No sé. A lo mejor podría poner... regresar del trabajo a las tres de la tarde y no hacer nada. Mirar el ventanal de la sala cuando el sol se empieza a poner rojo y a meterese en lo brazos de la tierra, hasta que todo se pone muy oscuro y yo sigo fumando y tomando agua de jamaica, mientras me preocupo porque no estoy soñando.

Y a veces me preocupa no soñar. Me preocupa sobremanera. hace rato vi a Fanny, Marts, Paty y Abril y le comenté a Fanny que me preocupaba no soñar. Ella se rio y me dijo que así debería empezar un poema; sin embargo, creo que por lo pronto me compraré un cactus. Para que mientras se mete el sol y yo veo el cielo, el cactus me acompañe mientras fumo y el mundo se empieza a oscurecer.

lunes, abril 09, 2007

Revólver

Revólver



Naraná naraná naraná na na
Los prisioneros




Estuve las luces de los días dentro de mi cuarto. Cuando salía, me sentía tan extraño a todo. Mi caminar era temeroso. Estuve toda la luz guardándola dentro de mis párpados, para que no escapara ni un poco de la luz de tus manos. Estuve viviendo con los ojos cerrados a pesar del ruido que flotaba como burbujas. Estuve encerrado siglos que me parecieron meses. Y como si la noche fuese interminable, me encontré enterrado en la banca de un parque, donde palomas picoteaban las baldosas de acero. Abrí los ojos para que escapara un poco de tu luz que me cegaba; de tu luz que enfríaba; de tu luz que carcome y destroza.

Te inventé un nombre, el cual no me deise llanto repetir cientos de veces; colgue de tus manos palomas treméndamente blancas; y sobre la arena, mirando al sol, me sentí su reflejo y gotas de fuego perlaban mi boca y mi garganta.

Invente otra vida donde no necesitara más sombra que la de mis ojos vacíos. Inventé que era triste y desgraciado, que era un niño de llanto en un día helado cuando hacía oscuridad y estremecerse por olas de calor era constante.

Tomé el revólver que les regalé a mis ángeles sin dedos y los maté de hambre. Tomé una ciudad creada de cactus y velocidad. Tomé pastillas de noche y yesca con sabor químico.

Ahora el revólver da vueltas sobre una mesa que no existe. No va a parar. Cuidé tanto la luz de tu rostro que no me di cuenta que era oscuridad espesa dentro de mi cuerpo.

domingo, abril 08, 2007

Fin del Piso de los nombres

Para terminar estas nostalgias, y porque estoy de ocioso, -más lo segundo- estas fotos que me puse a capturar un día que también estaba de ocioso mirando como mi mano latía cuando parpadeaba.




viernes, abril 06, 2007

Algunas fotos del Fin del piso de los nombres

Todavía faltan fotos del Fin del Piso de los nombres.
Que bonitos recuerdos, no pude llegar a mejor lugar. Que bonito, que bonito. Todavía recuerdo que el primer día, realmente el segundo, me dediqué a conocer mujeres bellas. Lo sé, soy feo, pero tengo buenos gustos.
De todas formas, Elisa me sacó un poco de mi rutina de drogui. Que dios la tenga en su santa facultad y que siga igual de linda y apetecible. Salut. Por supuesto que no pondré fotos de ella, bueno, hoy no.

martes, abril 03, 2007

Fin del Piso de los Nombres 1

Cuando regresé de Cabo, hace ya casi un año... ya ni recuerdo. Me instalé unos días en la casa de Marts, hasta que llegué con una amiga de la facultad a conpartir depa: Emelya. Luego llegó Érika, y las chelas y fiestitas y martinis, y todo parecía bien.

Hasta que nos fuimos.

Cuando estábamos por irnos del Piso de los nombres, me encontré un insecto medio extraño. Parecía una luciérnaga, porque le brillaba la panza, pero lo extraño, era que le salía humo, bien sabe qué modo.


Tengo tiempo

Hace un buen que no poesteo...

desde que desalojamos El piso de los nombres, y todo cambió.
Tengo fotos, llamadas telefónicas, chistes y algunos cuadros.
Presenté mi librito Tornasol y el fuego varias veces, y me he embriagado menos.

Por ahora, sólo dejo el texto que hizo Fanny Enrigue para la presentación en Casa Julio Cortázar del Tornasol y fuego.

zaz.




Tornasol y fuego

Fanny Enrigue

Tornasol y fuego: un viaje por los fragmentos, por los reflejos de todos los que somos: el vagabundo, el asesino, el hombre que duerme, el que mira deambular a perras negras o se deleita en el temblor, en el juego de morir a pedacitos,

encontrar la propia imagen en este valle de espejos, de soledades destinadas a mirarse a distancia, de cuerpos vinculados por el vacío: la cópula como remedio para el olvido

ir al otro para aprender el dulce olor de la piel, las bocas como puerta de entrada al infierno

plegaria para que el mundo se repita en un orgasmo

ir al otro para regresar a uno mismo

(al trapecista o al que extraña una ingle)

ir al otro para dejarlo y volver a la memoria de la carne

Se busca la búsqueda

cantar al canto desde lo frágil, desde lo que se derrumba o en ocasiones deja constancia de la amenaza, de la resistencia frente a la tentación de derrumbarse

cantar para que permanezca lo efímero, las letras generadas por la ausencia

por el fantasma que cuelga en el brazo izquierdo

la voz como presentimiento y rito de quien pone sus lluvias en el abismo

de quien elige la escritura como antídoto, la escritura como un ajuste de cuentas, una lucha

porque conoce la caída, no ignora lo soberbio del vacío de una botella y de unas tetas de terciopelo

conoce las tormentas, que son para los débiles

un libro que impide hundirse, un coñito furioso

Búsqueda de quien se sabe clown del abismo y todavía canta como si la vida sobrara

en este páramo, que de tan solos estamos repletos

Es posible violar al mundo aunque dentro llevemos una fiesta negra de vocales,

es posible hacer una balada para no caer y cantar

es posible que todo quede vacío de sentido, de contenido, vacío afuera y adentro:

a ello le sigue una exaltación, la palabra como luz que transforma en fuego el vacío

Y no hay contradicción, no hay mentira para sostener la coherencia:

aquí y ahora, nuestra materia es la amargura festiva,

el equilibrio son las cosas del mundo que no se creen pero tampoco dejan de creerse

Un libro, según Ciorán, debe ser una herida, trastornar de un modo u otro la vida del lector

Tornasol y fuego es canto a la fatalidad humana,

al destino fantástico de un animal que inevitablemente sale de su marco y se aventura en lo extraño

y paga las consecuencias, la aventura se vuelve contra él

la ironía del ser humano es tornasol, fuego

la aventura es un infierno deseable,

infierno que por volverse palabra que fue soñada, transmuta el horror en éxtasis

abre un hueco para el escapista que somos

pone una cara frente al puño de nuestro golpeador

siete botellas de ron barato al borracho

transmuta al asesino, al suicida sin vocación, en la avidez grafómana

en la celebración oscura de las letras

y subterráneamente hiere

quema

transtorna

Tornasol y fuego: palabras de cuchillo

Tornasol y existencia: el canto a la pérdida, al vacío que nada puede colmar

Fuego y el espejismo de la libertad

y la sola libertad que puede conquistarse: libertad de la palabra, poesía.