De lejos
En esta ciudad, a veces parece que soy. Así, cosas normales. Salí por la noche con E, todo muy bien, risas, emoción; en la mañana fuimos a la ruta recreactiva, sudamos y vimos un ajedrez gigante. Ya saben, algo normal. Nada especial, ese tipo de trivialidades que hacen la vida menos infeliz. Más tarde una carne asada, unos rones, más tarde... ella me decía que se va.
Ya lo sabía, ib a pasar pronto. Me sentí triste y feliz. Por unos días la emoción regresó, y sentí que no estaría mal. Sin embargo, regreso a la realidad.
Ella de lejos dice que me extraña... no me debería extrañar, deberia regresar.