De regreso al clan

Como si uno no tuviera otra cosa mejor que andar haciéndose el "buen tipo" el "ájala carnal" el "una copita? No muchas gracias, ya lo dejé", como si uno no fuera una estrella con andamios y rota para andar por la puta vida mirando a su noviecita y que no se enoje la seño, porque ora sí que revienta, y si revienta, pues explota.

Como si uno no se supiera tapadera de retrete, caspa del miocardio, anzuelo sin hilo, moustruo inservible para andar pensando en tener hijos, llegar a casa a las 8 de la noche, saludar al vecino "Buena noche, Wenas noches", comprar las tortillas y no meterse a la cola, lenvantarse a ser un caballero, reprimir el odio al camaleón, decir entre colmillos "no le hagan nada, esa oveja, tiene buen corazón, aunque piense pura verga"

Y es que uno es un romántico tardío e hijo de puta... Patético y pasado de moda a lo lounge. Con los ojitos rojos de la mota que ya no fuma y la garganta desgañitada de visitar cantinas y pedir un seven up, o un agua mineral con un twis de limón, enfadado hasta el coño y con la idea en mente de matar al camaleón. Puto camaleón que es la esencia de uno (claro, aunque en algún cuento, otro se lo quiera adueñar. Sí de risa, ja-ja, ay, que risa me da). Pero regresemos a lo importante, que es a uno.

Y es que uno ya no desea frecuentar a las viejas amantes, cuando su mujer lo abandona, y lo cambia por un "Ya no me quiero sentir mal" y uno se va haciendo chico, pequeño. Y entonces le dan barra libre en las fiestas, y entonces todo es gratis o tiene rebaja y uno ya no es. Le dicen sus amigos desde la orilla de la barra que "un alcoholito pa'l dolor" y uno se niega, muy fino el hombre. Pero uno es un perro sin correa, un joven lobo de mar mal aterido, en pocas palabras uno es mundo, y no metáforas de moda. Y uno sabe que le gustaría estar fornicando hasta lo más recóndito del ser, en lugar de estar poniéndole con las patitas abiertas de la A.

Y es que uno es corriente (como dicen las viejas chismosas del barrio) uno es un barbaján, como dicen las amies de mi madre, uno es un wevón como diría mi padre, uno es un diplomático como dice algún maestro, uno es agresivo como dice el pintor, uno es un gandalla que no merece nada y que nunca ha conocido el amor, como lo dicen quienes se dan golpes de pecho con pétalos de bongaringos, y uno es sólo una estrella poelar en la mente de uno, y uno no es nada.

Sólo uno solo. Sangrando de las manos y con la risa sarcástica. Y es que uno sufre diferente, no anda llorándo en las cantinas y cuenteándole al cantinero que "Ay, mi mujer la muy puta me dejó" porque ella no es muy puta, y si es que me dejó, es porque es mejor que yo, y uno no anda de marikita pocos wevos babeando baba rosita y muriéndose de amor a la vista de todos.

Uno, como se dice?, pos tiene su catego. Se levanta con los ojos rojos que casi revientan y se va con los amigos y no les cuenta que se lo lleva la verga más que nunca, que ya la siente en el culo y hasta adentro, que uno no ha dormido en días, y que está apunto de desbordarse, que uno no quiere morirse, pero que a veces es débil.

Uno se toma unas chelas disparadas y una botella de vodka, canta las canciones de Corcobado "Esha, ella sha me olvidóoo, yo! Yo no puedo olvidarla" como si estuviera tan feliz que explota, y entonces mi vida estamos a mano. Y entonces los dos explotamos, y yo casi me muero, y una anda en otro camino creyendo que uno es un perro mal viajdo mientras ríe y ama la vida.