Guachinango
Con la novedá que me lancé a Guachinango.
Ajá, un pueblito perdido entre un montón de cerros y que ni si quiera aparece en los mapas. Me lancé con una muy agradable compañía (que para mi sorpresa no eran drogas, pero funciona mejor) pues el primer día chicho chicho.
En la nochecilla hice de cenar hot cakes, que sabía un poco a masa cruda. Y por la mañana nos levantamos a eso de las 12 del medio día. En la tarde fuimos a pescar con tarraya y todo.
Al tercer día, yo ya estaba un tanto hasta la madre de la quietud del pueblo, que a pesar de estar retebonito, como que eso de no hacer nada no es para mí. Además la gente joven del pueblo, la mayoría recien venidos de los estates unites, me miraban refeo. Así como dicièndome: que traes wey. Y yo los miraba con mi cara de: pos nada en tu contra, pero igual traigo una navaja pa' lo que se te ofrezca. Y ellos me regresaban la miarada de: que me ves pendejo, a lo que yo respondía con mi angelical mirada de: vete a la verga puto. Y ellos me miraban de nuevo con cara de: nomás te estoy vicenteando, y yo les regresaba la mirada de: has de ser marikita, pinche ranchero de los yunaites. Y ellos me miraban con cara de: ah ya te reconocí, eres el afamado Vil Capote, y yo les regresaba la mida de: y tu el afamado pendejo de Guachinango.
Y pos así seguían las miradas, hasta que se daban cuenta de con quien estaban tratando y de plano me ignoraban.
Los que sí andaban muy curas era la gente mayor, todos muy requetesimpáticos y amables, pasabas a su lado y "Buenas noches señor" a lo que yo respondía: Buena noche también a usted, claro esto si era de noche, si era de día era de otro modo.
Y pues hasta que regresé a Guanatos, según yo iba a regresar diciéndo: Pinche ciudad madreada, aquí no se respira el aigre puro del campo. Pero regresé diciendo: hasta que encuentro nuevamente el lugar donde nadie se fija en nadie, y si se fija hace como que no se fija. O sea el lugar donde todos les valemos madre a todos.ç
Bendita ciudad!!
Pues muy buena noche, y mejor las pase.
Ajá, un pueblito perdido entre un montón de cerros y que ni si quiera aparece en los mapas. Me lancé con una muy agradable compañía (que para mi sorpresa no eran drogas, pero funciona mejor) pues el primer día chicho chicho.
En la nochecilla hice de cenar hot cakes, que sabía un poco a masa cruda. Y por la mañana nos levantamos a eso de las 12 del medio día. En la tarde fuimos a pescar con tarraya y todo.
Al tercer día, yo ya estaba un tanto hasta la madre de la quietud del pueblo, que a pesar de estar retebonito, como que eso de no hacer nada no es para mí. Además la gente joven del pueblo, la mayoría recien venidos de los estates unites, me miraban refeo. Así como dicièndome: que traes wey. Y yo los miraba con mi cara de: pos nada en tu contra, pero igual traigo una navaja pa' lo que se te ofrezca. Y ellos me regresaban la miarada de: que me ves pendejo, a lo que yo respondía con mi angelical mirada de: vete a la verga puto. Y ellos me miraban de nuevo con cara de: nomás te estoy vicenteando, y yo les regresaba la mirada de: has de ser marikita, pinche ranchero de los yunaites. Y ellos me miraban con cara de: ah ya te reconocí, eres el afamado Vil Capote, y yo les regresaba la mida de: y tu el afamado pendejo de Guachinango.
Y pos así seguían las miradas, hasta que se daban cuenta de con quien estaban tratando y de plano me ignoraban.
Los que sí andaban muy curas era la gente mayor, todos muy requetesimpáticos y amables, pasabas a su lado y "Buenas noches señor" a lo que yo respondía: Buena noche también a usted, claro esto si era de noche, si era de día era de otro modo.
Y pues hasta que regresé a Guanatos, según yo iba a regresar diciéndo: Pinche ciudad madreada, aquí no se respira el aigre puro del campo. Pero regresé diciendo: hasta que encuentro nuevamente el lugar donde nadie se fija en nadie, y si se fija hace como que no se fija. O sea el lugar donde todos les valemos madre a todos.ç
Bendita ciudad!!
Pues muy buena noche, y mejor las pase.
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