Image Hosted by ImageShack.us Bodrio Angelical: Venganxas mínimas.

sábado, agosto 21, 2004

Venganxas mínimas.

Sí, sí, soy un tipo de 27 años. Aún estudiante, y aún pienso en el futuro. Ya estoy demasiado viejo para continuar con la vida que llevo, y también estoy demasiado viejo para cambiar. Aunque ya bebo menos (al parecer mi cuerpo está hecho una mierda) y gano poco.
Me siento como un adolescente, con la anormalidad que la música me gusta un poco menos, leo regularmente y escribo en verso por... porque sí, porque me duelen las muelas, por embellecer el mundo, por convicción, por que no lo puedo dejar, por si las dudas, por mientras, porque me importa un pito, porque soy medio imbécil.

Y pues nada, que mi tiempo se fue dividiendo en esferas:leer, escribir, escuelas, amigos, mujeres, vino, proyectos, familia, intentos de trabajo y ocio. Pasé unos seis meses recuperándome de saberme perdido entre desear y querer desear.
Ya va a ser hora la tan esperada (por los cocteles) Feria Internacional del Libro en nuestra asquerosilla guanatos, y es hora como en varios años de encontrar a gente por esos pasillos, claro, no hablo de los escritores locales ni los fuereños, a ellos los veo en las pedas; hablo de algunas mujeres que han sido parte importante en mi vida. El año pasado, yo estaba instalado en la onda Garceniana y me importaba un pito (eso yo decía) vi llorar a Z, porque un mes atrás habíamos terminado, y vi a E paseando de la mano con sus amigas y haciéndose la pinche pendeja que no me veía; lo más extraño es cuando vi a N, ella no me vio, yo andaba instalado en la peda pues siempre meto chelas en mi maleta, y estaba intentado destapar una sin que nadie me viera, ella iba pecosamente glacial, blanca hasta la madre, y su cabello ya era largo, iba con un tipo y parecía que andaban en búsqueda de la fina literatura del magistrado (uaagh). Me pareció extraña, es cierto que ya no la quiero, pero cuanto la quise (jejeje, perdón Neruda). N volteó a mirarme, yo, para no desentonar con la moda garcilezca, iba acompañado con la darketita L. Nota, L, se veía linda, llevaba una mini negra (toda la ropa es negra) y algo arriba muy ceñido, además L tiene cara de niña sin esperanzas y tiene algo de maldad entre los labios, pues nada, que N me mira, y ve a L y me dice con la mirada: queeondasss, y yo le contesto: ájalasss, jejeje, bueno sólo nos miramos y pusimos cara de "no nos hablemos sí? "

En fin, a veces pasa que donde menos me espero encontrar partes de mis esferas del pasado, allí están las muy zorras (jejejeje, la neta adjetivarlas con zorras, nada más es para que se lea como bien cabrón, nada que ver con ellas).
Al final de ese día, en el concierto de sabe qué grupo electrónico de Québec, me encontré a las amigas de E cuchicheando como es su puta costumbre de pendejitas, cuando me miraban. Y yo, como todo un Garcés de pacotilla, besando a L, y L, jajajajajajaj, como es su costumbre parecía estar cuando en realidad nunca está. Eso fue el año pasado. Y a pesar de que he escrito varias letras del abecedario, la neta me sentía un tanto jodido. Qué un tanto, me sentía muy jodido. Pues Z lloró, a E aún la quería, N a pesar de que vivimos juntos esperamos vernos lo menos posible, L es una darketita que sólo me gustaba por que se viste de negro, y me faltó D que ahora anda con uno de mis mejores amigos y F que ganó un premio de literatura erótica y como 100 libros de la colección La sonrisa vertical, pero ella me da weva; eso fue el año pasado, cuando el abecedario era una fusión de destrozos en vías de desarrollo.
Cuando me movía no por vivir, sino para creer que estaba vivo. El movimiento no siempre significa vida, como el sonido no siempre es música. (Y ahora se debe escuchar la canción de Calamaro: "Algunas me duelen y otras no, otras me quieren todavía, algunas quieren y me odian a la vez, algunas me partieron en tres, y sigo buscando algún pedazo. Alguna se comió mi corazón. Alguna vez te quise demasiado, la verdad es que sigo colgado, de la que me colgó la última vez. Hay encuentro que nunca quise olvidar, y no dejo de esparer el nuestro, partiéndome. Dicen los más viejos del bar, primero hayque aprender a olvidar, no sé si habrás podido por los dos, porque yoo.") y debe haber cierto olor a cigarro y un poco de oscuridad cuando termina la canción.

Lo extraño, que tal vez ya he olvidado. Recuerdo a N, cuando de vez en cuando nos veíamos, y nos dijimos: aunque ya no ocurra nada entre los dos, no dejemos de vernos nunca. El año pasado, al mirarla terriblemente desconocida, y ella me miró comunmente ebrio, supe que no era necesario mantener el pasado. El pasado mata el alma y la envenena. A veces es como la medicina cuando se está sano, y a veces es como una vida paralela a esta. Pues tanto hemos cambiado y se ve tan poco en la superficie, que me dije: esto me debería doler, y dolía, pero sólo por estar parado con L, cuando L tendría su abecedario, y entrambos hacíamos palabras, pero nunca logramos una frase con coherencia.

Ahora, que todo es más claro, y que no necesito el abecedario pues tengo mis palabras propias y me acompaña (fugazmente, pero ha sido la mejor) Violetta, regresa la FIL, qué pasará cuando mire aquellas letras y ellas ya contengan otras sílabas y nos demos cuenta que todo es solamente la suma de sonidos, y aún esperemos que sea música.