nada tiene conexión.
Helo aquí.
Cada párrafo, está conectado con nada:
Cuántas veces se puede caer en el abismo, cuantos hoyos hay en esta prisión. De qué tipo de peso inexperado pretendemos subir y de qué kohones estamos huyendo. No es lo mismo verse caer y decir: ya ha pasado todo, no me importa, a caer y decir: que bello me veo mientras me desplomo.
Qué cobardía aquella la de "me duele" y sufro... qué tipo de estupidez, qué tipo de vileza aquella la del "soy el elegido" y por eso me duele. Nada es para tanto. Nada es para tanto. Qué tipo de comedia, que colosal archimequetrefe se desliza entre las lindes del río y dice: Lo coNozco. Nada es para tanto. Nada hay para todos.
Todavía hay terrenos desconocidos, y ya tan impuros y nobles. Tan amables sus golpes como sus heridas. Si me lo preguntase, me conformo con ver algunas veces el muro antes de chocar en su contra, ver algunas veces al verdugo, y tener un verduguillo entre mis ropas. Nada hay para nadie.
Cuantos veces podemos caer en el abismo, cuántos abismos hay. Cuanta nostalgia en caer. Cuantos amigos levantando copas, martinis, heladas, gritando en las calles como si la vida no se deteniera (y no se detiene) y cuantos otros llorando por ser nefastos, y su llanto es su parte más vil. Cuantas veces hemos vomitado sangre, nos limpiamos la boca y volvemos a beber. No por tanto tiempo venimos, pero sí sabemos de nuestras huellas. Tanto alcohol, nos va mejor, te ves tan linda cuando bebo. Pero aún así, deseamos ser amateurs del alcohol, beber 5 años, y descansar 6 meses. Planificarlo matemáticamente, hasta que la aritmética divina nos reviente. Hasta que el universo no esté gobernado por estrellas gordas (no es lo mismo una puta estrella gorda a un lucero, o a una estrella fugaz) (una estrella gorda, es mundana, es perfecta, lo demás, no me interesa) acomodadas tan estratégicamente que cada una se encuentra en su lugar y aún perdida si así lo deseamos.
Tan bella del sexo, tan virgen del felattio, tan soberana de la guerra, tan Violetta sin haberme tocado, tan negligente como para continuarme, tan perfecta como para saber: esto es peligroso, mirar la copa "arriba" y decir, esta me la trago. Tan francés tu nombre de Michel, tan nuevo el podrido sentimiento del amor, tan oscuro el camino tantas veces recorrido, tan inintelegible el saberte cierta. Tan para todas partes, y tan nada hay para todos. Que estamos solos. Tan linda y maldita.
Hola Violetta
no sabía que eras tan frágil,
no esperaba tanta perfección.
Hola Violetta, Violett del arcoiris de fuego.
Violetta de plástico
Violett del viaje al argento
Violetta del río plata
Violett de la vida
Hola preciosa, muñeca, linda.
Soy la hiena
y vengo a besarte,
no te vayas amor
que haremos si despertamos
y no estamos desnudos.
Qué haras, si despiertas y sigues viva.
Lindura, no llores. Preciosa, llorad
las muertes que quieras.
Pero no llores, porque me empequeñezco
no llores, pero llora.
hace falta tu cuerpo, para llorarte tanta belleza.
Cada párrafo, está conectado con nada:
Cuántas veces se puede caer en el abismo, cuantos hoyos hay en esta prisión. De qué tipo de peso inexperado pretendemos subir y de qué kohones estamos huyendo. No es lo mismo verse caer y decir: ya ha pasado todo, no me importa, a caer y decir: que bello me veo mientras me desplomo.
Qué cobardía aquella la de "me duele" y sufro... qué tipo de estupidez, qué tipo de vileza aquella la del "soy el elegido" y por eso me duele. Nada es para tanto. Nada es para tanto. Qué tipo de comedia, que colosal archimequetrefe se desliza entre las lindes del río y dice: Lo coNozco. Nada es para tanto. Nada hay para todos.
Todavía hay terrenos desconocidos, y ya tan impuros y nobles. Tan amables sus golpes como sus heridas. Si me lo preguntase, me conformo con ver algunas veces el muro antes de chocar en su contra, ver algunas veces al verdugo, y tener un verduguillo entre mis ropas. Nada hay para nadie.
Cuantos veces podemos caer en el abismo, cuántos abismos hay. Cuanta nostalgia en caer. Cuantos amigos levantando copas, martinis, heladas, gritando en las calles como si la vida no se deteniera (y no se detiene) y cuantos otros llorando por ser nefastos, y su llanto es su parte más vil. Cuantas veces hemos vomitado sangre, nos limpiamos la boca y volvemos a beber. No por tanto tiempo venimos, pero sí sabemos de nuestras huellas. Tanto alcohol, nos va mejor, te ves tan linda cuando bebo. Pero aún así, deseamos ser amateurs del alcohol, beber 5 años, y descansar 6 meses. Planificarlo matemáticamente, hasta que la aritmética divina nos reviente. Hasta que el universo no esté gobernado por estrellas gordas (no es lo mismo una puta estrella gorda a un lucero, o a una estrella fugaz) (una estrella gorda, es mundana, es perfecta, lo demás, no me interesa) acomodadas tan estratégicamente que cada una se encuentra en su lugar y aún perdida si así lo deseamos.
Tan bella del sexo, tan virgen del felattio, tan soberana de la guerra, tan Violetta sin haberme tocado, tan negligente como para continuarme, tan perfecta como para saber: esto es peligroso, mirar la copa "arriba" y decir, esta me la trago. Tan francés tu nombre de Michel, tan nuevo el podrido sentimiento del amor, tan oscuro el camino tantas veces recorrido, tan inintelegible el saberte cierta. Tan para todas partes, y tan nada hay para todos. Que estamos solos. Tan linda y maldita.
Hola Violetta
no sabía que eras tan frágil,
no esperaba tanta perfección.
Hola Violetta, Violett del arcoiris de fuego.
Violetta de plástico
Violett del viaje al argento
Violetta del río plata
Violett de la vida
Hola preciosa, muñeca, linda.
Soy la hiena
y vengo a besarte,
no te vayas amor
que haremos si despertamos
y no estamos desnudos.
Qué haras, si despiertas y sigues viva.
Lindura, no llores. Preciosa, llorad
las muertes que quieras.
Pero no llores, porque me empequeñezco
no llores, pero llora.
hace falta tu cuerpo, para llorarte tanta belleza.
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