uno se envenena.
Uno se envenena muy fácilmente. Mira la cicuta tirada y piensa: ¿y si me la tomo? Naaaa, pero y si sí??? neeee, una gotita, naaa... Y nunca se la toma, pero de todas formas uno se envenena. Mira a un gato en la azotea y dice: donde yo tuviera un rifle, pero para qué un rifle. No sabe, mira aquel animal y dice, me gustaría dispararle, cuando uno tiene un rifle, se envenena, anda buscando gatos en las azoteas y les avienta la cicuta.
Ve a alguna mujer y dice: donde yo tuviera el valor, pero para qué quiere uno tener valor, sólo hace falta acercarse y decir Hola. Entonces uno se acerca le entrega en rifle y dice: miau. Y huye a toda velocidad.
O alguna vez
Ve a alguna mujer y dice: donde yo tuviera el valor, pero para qué quiere uno tener valor, sólo hace falta acercarse y decir Hola. Entonces uno se acerca le entrega en rifle y dice: miau. Y huye a toda velocidad.
O alguna vez
ve una minifalda con tremendas piernas, toma un rifle y dispara.
A veces uno se envenena de amor, y no hace falta la cicuta ni el rifle, sabe que ya valió madre, se deja ir como cuando las aves mueren colgadas de un cable de 220 wats.
A veces uno se envenena de amor, y no hace falta la cicuta ni el rifle, sabe que ya valió madre, se deja ir como cuando las aves mueren colgadas de un cable de 220 wats.
2 Comments:
Qué descripción tan precisamente intensa. Me gustan sus letras. Indudablemente, la estética de unas buenas piernas es veneno. Hasta pronto.
Gracias por tus comentarios Raencoria.
Un saludo afectuso y con whiski.
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