Recuerdas que le temías a Caperucita la Roja
Con la novedá, que ahora ando subido quesque de reportero. La buena nueva, es que veo diario a Trilcita, nuestra desaparecida blogger, y excelente amiga.
Anoche tuve la oportunidad de cubrir una lectura en que participaron Abril Medina y Oscar Tagle, en lo que denominaron algo así como Soft Porn Literario, estas lecturas están creciendo entre los diferentes grupos de la región, claro está que en ellas podemos escuchar a todo tipo de autores, algunos en formación y otros ya madurones, es interesante el movimiento que llevan a cabo este tipo de grupos, “exponiéndose” al público de una forma directa. Por supuesto, que las críticas no se han hecho de la boca chiquita, pues siempre habrá quién en su afán de sentirse “bien malote” criticará este tipo de acciones, pues bienvenidas las críticas, aún las más estúpidas y llenas de leche agria.
Aun recuerdo con cariño nuestras primeras lecturas en el Epicúreos, cuando sólo éramos un grupito de amigos, con afanes literarios, y que nadie pelaba… y que se juntaba en este café-bar-galería and table dance. Nada ocurría. Sólo varios amigos nos reuníamos a leernos y a beber hasta quedar iluminados por las chelas. Claro, no era la gran cosa, sólo era disfrutar el momento y dedicarnos a escuchar por unas horas, parlar con los compitas y de vez en cuando cantar llenos de ebriedad “La copa rota” (claro en la versión de buen Calamaro) en esa época, a pesar de que las lecturas es uno de los métodos más recurrentes por parte de los autores, no había tantas, cuando menos yo no sabía de otras. Claro, estaban las institucionales, como las del Exconvento del Carmen, las del Fondo de Cultura Económica y otras; pero grupos de borrachos que se juntaran pa’ leerse, pues no. Claro, antes ya se habían hecho, como los Lunes Literarios en la Mutua y otras que no recuerdo el nombre, en fin, los motivos sólo era juntarnos y compartir, ya fuese el alcohol que Rebe y Chuy nos fiaban o los textos que cada quien iba juntando.
Pero todo cambió, las lecturas fueron un éxito, jejejeje, claro al nivel, pero se hicieron un tanto famosillas, y allí todo acabó. El grupo perdió el control sobre sí y llegó la muerte a purificarnos.
Pues bienvenidos quien quiera que le encanto hacerla de pedo, como lo dijo alguna vez una excelente poeta: Yo escribo, porque me gusta hacerla de pedo.
Anoche tuve la oportunidad de cubrir una lectura en que participaron Abril Medina y Oscar Tagle, en lo que denominaron algo así como Soft Porn Literario, estas lecturas están creciendo entre los diferentes grupos de la región, claro está que en ellas podemos escuchar a todo tipo de autores, algunos en formación y otros ya madurones, es interesante el movimiento que llevan a cabo este tipo de grupos, “exponiéndose” al público de una forma directa. Por supuesto, que las críticas no se han hecho de la boca chiquita, pues siempre habrá quién en su afán de sentirse “bien malote” criticará este tipo de acciones, pues bienvenidas las críticas, aún las más estúpidas y llenas de leche agria.
Aun recuerdo con cariño nuestras primeras lecturas en el Epicúreos, cuando sólo éramos un grupito de amigos, con afanes literarios, y que nadie pelaba… y que se juntaba en este café-bar-galería and table dance. Nada ocurría. Sólo varios amigos nos reuníamos a leernos y a beber hasta quedar iluminados por las chelas. Claro, no era la gran cosa, sólo era disfrutar el momento y dedicarnos a escuchar por unas horas, parlar con los compitas y de vez en cuando cantar llenos de ebriedad “La copa rota” (claro en la versión de buen Calamaro) en esa época, a pesar de que las lecturas es uno de los métodos más recurrentes por parte de los autores, no había tantas, cuando menos yo no sabía de otras. Claro, estaban las institucionales, como las del Exconvento del Carmen, las del Fondo de Cultura Económica y otras; pero grupos de borrachos que se juntaran pa’ leerse, pues no. Claro, antes ya se habían hecho, como los Lunes Literarios en la Mutua y otras que no recuerdo el nombre, en fin, los motivos sólo era juntarnos y compartir, ya fuese el alcohol que Rebe y Chuy nos fiaban o los textos que cada quien iba juntando.
Pero todo cambió, las lecturas fueron un éxito, jejejeje, claro al nivel, pero se hicieron un tanto famosillas, y allí todo acabó. El grupo perdió el control sobre sí y llegó la muerte a purificarnos.
Pues bienvenidos quien quiera que le encanto hacerla de pedo, como lo dijo alguna vez una excelente poeta: Yo escribo, porque me gusta hacerla de pedo.
¿Quién le teme a Caperucita? fue la lectura de poemas y prosa con tema erótico que Abril Medina y Oscar Tagle ofrecieron al público en general este jueves 17 de febrero a las 9:00 de la noche en un Centro Cultural ubicado por las calles Madero y 8 de Julio.Pues el programa en el cual participo se llama SEñales de Humo, lo trasmiten de lunes a viernes en Radio Universidad a las 9 de la mañana. Hasta pronto, salút con Omeprasol
“Una sátira, al día del amor y la amistad, pasar a esa otra cara que es el cachondeo, que nunca se dice pero que es el motivo real del festejo” es lo que Abril Medina nos expone como uno de los motivos principales de esta lectura; que además contó con el apoyo de COESIDA, organización que regaló preservativos masculinos y femeninos a los asistentes.
A cerca de este tipo de lecturas, llevadas a cabo por diferentes grupos, Abril Medina comenta para Señales de humo:
(INSERTO) (Aquí va un inserto donde la bellísima Abril Medina, lástima que no tenga una foto, nos comenta su opinión a cerca de las lecturas)
Entre los grupos independientes, que llevan a cabo este tipo de lecturas públicas, nos podemos encontrar a: Editorial Humo, El viaje, Nyesma editores, Editorial Gaveta entre otros, las sedes son cafés, galerías, casas de cultura, y plazas públicas; así como a la oferta por parte de instituciones como los son el Exconvento del Carmen, Fondo de Cultura Económica, Casa Vallarta y el Casa de la Cultura de Zapopan.
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