E
La historia de E me la contó hace tiempo, íbamos a un pueblo cercano en su automovil blanco. Recuerdo que E me encantó desde la primera vez que la vi en un un curso de salas de lectura, al que una amiga, que me veía desesperado y nada qué hacer, me inscribió. E es una morena bellísima.
En ese entonces yo era un loco, no es que ya no lo sea, o por el contrario que lo sea; pero me había dejado atrapar por el demasiado sentimentalismo, por creer en que las personas -aún las más amadas- se quedarían para siempre. En esa época yo sufría un mal comparable con la úlcera sanguinolenta, con el deseo de perpetuar la especie, con el deseo de despertar con la misma mujer toda la vida. Sin embargo, como las cosas que no tienen solución, dejó de ser un problema.
E, está loca, de esa locura encantadora, que tan bien les viene a las mujeres bellas e inteligentes.
Con todo, como si pareciera que las cosas pueden mejorar, no es así.
Tiempo después, me contó de un novio, tiempo después durmió conmigo. Nadie lo creería, pero en verdad dormimos. No la toqué.
Anoche vi a E. La intenté besar, sin embargo ya no soy el mismo, y mi entento fue torpe. Me dijo que no. E es bellísima, y yo duermo solo, en una cama de 2 por 2.
En ese entonces yo era un loco, no es que ya no lo sea, o por el contrario que lo sea; pero me había dejado atrapar por el demasiado sentimentalismo, por creer en que las personas -aún las más amadas- se quedarían para siempre. En esa época yo sufría un mal comparable con la úlcera sanguinolenta, con el deseo de perpetuar la especie, con el deseo de despertar con la misma mujer toda la vida. Sin embargo, como las cosas que no tienen solución, dejó de ser un problema.
E, está loca, de esa locura encantadora, que tan bien les viene a las mujeres bellas e inteligentes.
Con todo, como si pareciera que las cosas pueden mejorar, no es así.
Tiempo después, me contó de un novio, tiempo después durmió conmigo. Nadie lo creería, pero en verdad dormimos. No la toqué.
Anoche vi a E. La intenté besar, sin embargo ya no soy el mismo, y mi entento fue torpe. Me dijo que no. E es bellísima, y yo duermo solo, en una cama de 2 por 2.
2 Comments:
Señor, que chido le quedó este post. Un excelente cuento (no se si sea algo real o semireal o meramente fictiocio, por lo demás, no importa) que en pocas palabras das toda la idea. Animos, nos estamos viendo.
chingado carnal, usted escribe bien bonito
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