Image Hosted by ImageShack.us Bodrio Angelical: Nora, carta para mí

domingo, septiembre 09, 2007

Nora, carta para mí

Hace tiempo que no te veía.

Fue extraña esa sensación de volver a verte. Me gustó. Hace algunos años atrás me preguntaba qué hacías de tu vida. Como siempre, salía con alguna estupidez. Me imaginaba que vivías en San Luis Potosí y que tenías un negocio para errar caballos. Eras Errera, o como demonios se diga eso. Creía que estabas casada con algún "forastero" que llegaba en un cabballo errado por su preciosa esposita. Llegaba después de largas horas de trabajo... en algún empleo que tenga que ver el ejercicio físico. Te imaginaba con enaguas amplias y grandes, también imaginaba que te veías muy bien. También llegué a imaginar alguna vez tus senos, y que llevabas escotes bastantes...

Me acordé cuando te pusiste mal en mi cuarto, que tuvo que llegar la ambulancia porque te dio un ataque de no sé qué madres... Recuerdo cuando terminamos, ibas muy seguido a mi casa hasta que yo tuve a otra pareja. Las visitas se espaciaron, hasta que un día no volviste (eso me agradó).

Años después volví a saber de ti; te habías puesto hasta la madre de ebria y casi te da una congestión alcohólica. Tenías un novio como deben de ser los novios de las exnovias (pendejos) al que hiciste que me llamara desde la cruz roja. Me imagino la decepción del tipo. En tu paranoia creías que te iba a pasar algo malo, y me llamaste porque prometiste que no mirirías sin avizarme. No te moriste y yo nunca me enteré de que estabas en la cruz roja. en ese tiempo compartía mi vida con otra lindísima ebria, la cual me da flojera recordar.

Después de esa última vez, en que me reclamaste no estar en mi casa para recibir la llamada de tu novio, pidiéndome que fuera a verte antes de que te murieras no volví a saber de ti. ni una llamada, ni un correíto electrónico... total, eras errera en San Luis Potosí. Pasaron por lo menos 6 años, tal vez más.

Ahora en que ni siquiera recordaba tu rostro, o tus pecas, o esas partes de ti que me agradan y saben hacer cosas, me mandaste un comment a este blog. Nunca fuiste herrera y sigues sin usar escotes... lo demás sigue bien.

Has vivido todo este tiempo en Guadalajara y nunca te enteraste que yo me fui a vivir a Cabo san Lucas a encontrarme perdiéndome. Ah Cabo, le debo un poemario menos doloroso. Por fin allí supe quien soy. Me has dicho que me viste un par de veces, que una vez yo andaba en vicla y que me viste pasar, que nunca me saludaste porque te dio miedo (de qué) y que tenías mi teléfono celular hace mucho tiempo, que te lo dio mi madre cuando preguntaste por mí en la casa de la abuela. Ella ha de ver creído que eras otra. Me gusta saberme importante, aunque sólo hubiera sido tristeza.

La casa casi está terminada me dices, tienes bastante tristeza en tus ojos y yo también. Sigues esperando que la alegría se contagie por osmosis (eso me gusta de las mujeres tristes). Y a pesar de que ha pasado el tiempo creo que eres la única que me conoce en realidad.

Me ha gustado verte Nora, mucho.
Espero que algún días seas una errera y que tus escotes sean una sensación.