Image Hosted by ImageShack.us Bodrio Angelical: Las ganas estaban

miércoles, noviembre 16, 2005

Las ganas estaban

"Las ganas de un chupe estaban,
la ganas de ver a una encuerada
juguetear con el tubo estaban,
las ganas de darse un toque estaban,
pero ya no quería seguirla cagando"
Ultravómito


Y de seguirla cagando y cagando y cagando y 7 cacas igual a 7 mierdas.Y todos algún día debemos de cambiar, todo es cuestión de saber lo que quieres- Se dijo apretándose el corazón, o lo que es lo mismo: los wevos; porque sabía lo que no quería, pero no lo que quería. Claro, Juan, el jonhy, tenía sus pinches sueños pachecos, como todo holgazán ex-ebrio, pero ni uno estaban en sus posibilidades.
Pensó en ser cuentista, desos que cuenta bien bonito, o de perdida de esos que escriben de puras borracheras y con un lenguaje soez, para sentirse bien malora, pero, la neta, la gente que se hubiese podido interesar por sus mamadas, no sabía leer, o lo que es lo mismo: estaba jodido. También tenía otro sueño, ese de ser periodista, pero en cuanto entro a la polaca y movió tantito un tapete, le dijeron que no mamara, que se fuera mucho a chingar a su madre y que fuera profesional, su jefe nomás miró para abajo, pues se había metido en contra de su propio periódico (hasta pendejo pues) y su jefe de sección, nomás lo miró como diciendo: "Colega, usted tiene toda la razón, pero reglas son reglas, o al menos eso fue lo que se imagino el Jhony Pómez, porque el jefe de sección, lo que en realidad pensó fue: "Pobre muchacho pendejo".
Igual, lo que hizo el Jhony, fue meterse de tendero en un Oxxo doce horas al día. Muy bonito, muy bonito muchachito, pero el pedo es que, la neta no le gustaba. Le cagaba la madre que los pinches escuincles llegaran gritando con las manos bien puercas, y diciéndole: "pa' qué me ajusta" y la neta, nunca les ajustaba. Entonces los morros hacían un desmadre y berreaban, y las mamás todas enfadadas de sus retoños, pos se los dejaban al tendero un rato, y el wey del Jhony a barre y barre, a limpie y limpie, y luego se encabronaba... pero ni modo que les gritara. Pos no, neeh.
Pero el pedo, es que Jonhy con sus ínfulas de quiero ser feliz, pues ya se había apendejado por la Concha, ey. No Concha la vecina, sino Concha Cano, la excompañera de la prepa lindísima la muy maldita. y el Jonhy, pues bien feliz el muy infeliz.
Pero dejemos un poco al Jonhy con su desmadre, que al fin y al cabo, aunque nadie se entere de su puta vida, seguirá igual; y por más que sufra... seguirá siendo el mismo pendejo, dejémoslo y mejor cambiémos de página, hasta la siguiente que este escritor se vuelva a poner el traje de Jonhy.