E M O t i v o y al Límite
Como muchos de mis lectores saben, soy un treintañero amargado, adicto a cualquier cosa que me parta el cerebro, triste y pienso que la vida es una mierda. Cuando era un puber y me terminó una noviecita pensé en la tristeza, hasta que me encontré con las maquinitas (vidiojuegos), el odio, la dulzura del alcohol y otras cositas más. Mi caracter es cambiante, puedo estar en una buena fiesta bailando (o haciéndole al pendejo) y unos miutos más tarde emputado de la verga porque... quien chingados sabe, me gusta emputarme.
Odio a mucha gente y algunos lo saben. Como dice el libro de Antonio Ortuño Recursos humanos (que luego reseñaré, ya que se me quite la flojera, o a lo mejor no): "Si les hablara de esta acidez que me consume me tomarían por idiota, por un marica lloroso" generalmente me siento así.
Estuve viendo algunos videos donde se putean a un EMO , me imagino un chavito de 16 o menos, y entre varios le daban patadas y esas madres. Como soy humano, me pareció sumamente interesante admirar el dolor ajeno. Luego, vi que los golpeadores eran otros chavitos unos cuantos años más grandecitos, y que decían que los golpeaban por jotos. Pero... chan chachachán. Yo tengo 31. Conozco poco de la música de la gente joven, me caga el reguetón, la moda emo también, me cagan los punketos nuevitos... Panda (o derechita), ni siquiera la cumbia villera me mueve en lo más mínimo. Como lo dije, a la mera soy demasiado EMOtivo.
Así que porque no juntamos a un montón de reguetoneros y buscamos partirles la madre a los que intentaron golpear EMOs. Eso sí es pasarse de verga. Cuando eres cabrón, te mides con cabrones, no con un escuinlce joto que piensa que EMO es ponerse los pelos en los ojos.
Además a esa pinche edad... no has sufrido tanto... todavía falta que se acaben tu juventud para que te dés cuenta, que además de estar igual, estás viejo joputa.
Entonces... la tristeza se va y viene el emputamiento. La renta, el agua, el gas, el puto internet de megacable que pagas 2 megas (o gigas, quien sabe) y es mentira. Luego, después de estudiar una carrerita culera, te das cuenta que el taquero de la esquina gana 5 veces tu sueldo, las chavas guapas se van con algún farol o niño rico, tus amigos sólo saben ponerse hasta la madre y se inyectan tus drogas... y un largo etcétera.
Que pasaría si buscamos a los antiemos, les colgamos una convocatoria en internet diciéndoles que vamos a protestar en contra de esos emos jotos y cuando empiezen a llegar, nosotros los adultos contemporáneos (simón putos, adultos contemporáneos, aunque no sepan si quiera qué es) sacamos nuestros bat que djamos olvidados cuando estábamos en la secundaria y golpeamos a cuanto morro pendejo se encuentre protestando en contra de los morritos marikitas emos.
Imaginen el desmadre, el pez grande se come al joven, y luego esperaríamos a que los papás de los adolescentes nos buscaran.... Sería bonito, porque el fight club que nos traumó unos añitos sólo sirvió para destrozar teléfonos públicos y puestos de revistas.
Bueno, para finalizar... ¿Qué niña EMo quiere jugar conmigo al hard cut?
Odio a mucha gente y algunos lo saben. Como dice el libro de Antonio Ortuño Recursos humanos (que luego reseñaré, ya que se me quite la flojera, o a lo mejor no): "Si les hablara de esta acidez que me consume me tomarían por idiota, por un marica lloroso" generalmente me siento así.
Estuve viendo algunos videos donde se putean a un EMO , me imagino un chavito de 16 o menos, y entre varios le daban patadas y esas madres. Como soy humano, me pareció sumamente interesante admirar el dolor ajeno. Luego, vi que los golpeadores eran otros chavitos unos cuantos años más grandecitos, y que decían que los golpeaban por jotos. Pero... chan chachachán. Yo tengo 31. Conozco poco de la música de la gente joven, me caga el reguetón, la moda emo también, me cagan los punketos nuevitos... Panda (o derechita), ni siquiera la cumbia villera me mueve en lo más mínimo. Como lo dije, a la mera soy demasiado EMOtivo.
Así que porque no juntamos a un montón de reguetoneros y buscamos partirles la madre a los que intentaron golpear EMOs. Eso sí es pasarse de verga. Cuando eres cabrón, te mides con cabrones, no con un escuinlce joto que piensa que EMO es ponerse los pelos en los ojos.
Además a esa pinche edad... no has sufrido tanto... todavía falta que se acaben tu juventud para que te dés cuenta, que además de estar igual, estás viejo joputa.
Entonces... la tristeza se va y viene el emputamiento. La renta, el agua, el gas, el puto internet de megacable que pagas 2 megas (o gigas, quien sabe) y es mentira. Luego, después de estudiar una carrerita culera, te das cuenta que el taquero de la esquina gana 5 veces tu sueldo, las chavas guapas se van con algún farol o niño rico, tus amigos sólo saben ponerse hasta la madre y se inyectan tus drogas... y un largo etcétera.
Que pasaría si buscamos a los antiemos, les colgamos una convocatoria en internet diciéndoles que vamos a protestar en contra de esos emos jotos y cuando empiezen a llegar, nosotros los adultos contemporáneos (simón putos, adultos contemporáneos, aunque no sepan si quiera qué es) sacamos nuestros bat que djamos olvidados cuando estábamos en la secundaria y golpeamos a cuanto morro pendejo se encuentre protestando en contra de los morritos marikitas emos.
Imaginen el desmadre, el pez grande se come al joven, y luego esperaríamos a que los papás de los adolescentes nos buscaran.... Sería bonito, porque el fight club que nos traumó unos añitos sólo sirvió para destrozar teléfonos públicos y puestos de revistas.
Bueno, para finalizar... ¿Qué niña EMo quiere jugar conmigo al hard cut?
posted by VilCapote at 11:20 p.m.
1 Comments:
Yo soy una puta adulta contemporánea, razgando los treinta... cuando era infante me creía darketa, pero en efecto, como vos dice, entré a trabajar y me recorrieron los pelos a una cola de caballo estirada y me vistieron de cajera de banco, a lo secre... No iría a golpear antiemos, pero sí a mis vecinos que me ponen jazz, ranchera y cumbia cristianas, no por lo cristiano, sino por levantarme a lo bestia tan temprano diciéndome que mi vida es un grano de trigo y está entre las manos de no sé quien demonios.
Saludos.
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