Caminando como Olverio

Hace tiempo Oliverio me enseñó a caminar por las calles cuando se sentía afligido. Así, como una caricatura: con la cabeza baja, los hombros encogidos, mirando al piso, y bajando y subiendo los pasos más peresozos que de costumbre.
Esta mañana practiqué esta técnica. Fue sencillo, caminaba mirando mis pies con unas ganas de no estar y de repente me vi caminando como Oliverio mientras las ventanas reflejaban mi patética figura de cuervo triste. Alguien me saludo con un beso e interrumpió mis pasos. Una sonrisa, un "adóndevas" y "quetevayabien" para continuar con mis pasos.
Por más que me digo a diario que esto no debe estar pasando, por más que me niegue a ver la realidad, por más pastillas que me dice Ceci que tome, por más fiesta a la que asisto, no deja de extrañarme esta forma de vida.
La luz, ahora se comporta como una amistad lejana... no sé cuanto tiempo pasará para que deje de doler, no sé en cuanto tiempo dejaremos de hablarnos, para que el olvido invada poco a poco nuestras vidas. Esta etapa, me recuerda mucho a Nora Foca Cósmica. Recuerdo algunos cortesías, algunos "disculpame", algunos "Séquenosepudoyeraloúnicoquequeríamos" por lo pronto allí anda Vil Capote por las calles imitando el caminado de Olverio cuando alguna pena jonda lo aflige.